Hay que decirlo: a muchos les quedó grande la paternidad.
No es a tono de juicio, ya que al final del día uno es su propio profesor. Nadie te enseña lo esencial en la vida y si llega alguien que te lo quiere enseñar, no le haces caso. Al menos no de adulto cuando crees saber como llevar tu vida aunque a solas en el cuarto te agarras el pelo y te preguntas que estas haciendo mal.
Entonces ahí entra culpar al karma, a las fichas que te tocó jugar en esta partida, al gobierno, al destino o quizás al coronavirus por las malas acciones, miras a esa pequeño conjunto de masa que llamas hijo, cuyo nombre fue agregado cuando estabas siguiendo una serie o eras fan de una banda y ves como de nuevo ha roto tus cosas y te preguntas ¿Que hice para merecer algo asi? ¿Por qué no puede ser como esos niños que se portan bien?
Y una de las cosas que no hicieron, es abrir sus mentes y por supuesto un libro y/o una revista. Cosa recomendable para estos días de cuarentena. Donde si se dieran el tiempo podrían encontrar más de una respuesta, porque más allá de la ficción, los autores siempre han metido un trozo de su vida la cual esta llena de experiencia si lograron vivir de lo que aman, cosa que nosotros los simples mortales no logramos aún.
Si bien, yo no tengo hijos,pero tengo sobrinos ( que en mi caso cumplen casi la misma labor en mi casa ya que me los suelen dejar a cargo a cada instante que pueden) tuve dudas de como poder sobrellevar esas tareas y en mis escasos ratos de ocio me topé nuevamente con Astro City, novela gráfica a la cual le debo mucho y algún día le agradecere como se debe a sus autores.
Puntualmente la primera historia de Astra, niña hiper dotada de poderes inimaginables, poderosa como ninguna, un arma de conquista absoluta en las manos equivocadas, pero que a su corta edad ella sabe todo como enfrentar a un ejercito completo pero no tiene ni idea de como ser una niña.
La historia muestra como después de una entrevista la pequeña se da cuenta que no ha vivido nada de lo que alguien de su edad debería, no conoce la farándula (Aunque francamente eso es un alivio) ni está enamorada de algún cantante (Con un terrible nombre que le podría añadir a un futuro hijo) o lo que es un dia de colegio, que más allá de una responsabilidad también es una parte importante en la vida de cualquier persona.
¿Entonces en que se resume la infancia de la pequeña Astra?
Entrenamiento, super cereal para más poder, disparar blancos, conquistar planetas, seguir ordenes y tener a sus abuelos ausentes, algo no muy lejano a la mayoría de los infantes que se "portan mal" en el siglo 21.
¿Tener amigos? No, salir a la calle es muy peligroso ¿Colegio? Si, uno caro porfavor con diferencias de clase social y exigencias altas para que su vida se resuma en autores aburridos y clases de inglés
¿Leemos un libro? ¿Vamos a un parque? ¡No! Demasiado cansancio, necesito trabajar más para costear un excesivo y desastroso modo de vida que nos han impuesto y a su vez nos imponemos nosotros para compensar las horas ausentes. Los regalos de navidad salen caros y por eso debo trabajar más horas, me lo debes agradecer. Así que mejor toma tu telefono caro y tu tablet y ve videos raros en youtube para que no me jodas mientras veo la semi final de master chef.
Pero un niño no agradece tanto la ultima consola, ni los juguetes costosos, agradece que estés ahí, porque para un niño tu eres lo máximo, eres en quien se quieren convertir,en el ejemplo a seguir, donde incluso las malas costumbres que tengas son admirables para ellos porque según sus ojos tu ya tienes superpoderes.
Si hacemos memoria a nuestros mejores momentos de infancia todos se resumen en amigos, terrenos abiertos, chistes con tus viejos, una cena sencilla con tu madre que tanto dices extrañar cuando se hacen viejos, sin consolas, sin el celular de ultima generación, tu mejor recuerdo de la infancia siempre está en la compañía.
En Astro City nos muestran eso. La pequeña Astra se escapa buscando la infancia que le negaron sus super padres, duerme en la calle pero acepta ese precio, se hace de una amiga, asiste a clases y entrena para vencer a una niña pedante en un juego de rayuela que le es mil veces más dificil que haber enfrentado a un ejercito completo y salta en un jubilo que pareciera salirse de las páginas.
Y no está lejos de lo real, los niños quieren espacios, amigos, juegos, experiencias, aunque el medio audiovisual es tremendamente variado jamás llenará el alma por completo, hay espacios que son exclusivos para las personas que entraran y saldrán de tu vida cumpliendo una parte importante en tu desarrollo y nadie la debería negar.
Por eso entiendo a esa gente que no quiere tener hijos, la mayoría no es capaz de sobrellevar sus propias experiencias menos podrá llevar las de alguien más. Deben aprovechar que ya es poca la gente que jode con que debes tener uno, y si dejas que lo hagan ya es cosa de uno tolerarlo. Pero no implica que se deba casi propagar una cultura absurda de la anti natalidad cubriendo el terror que les da ver a sus amigos ser saturados por la falta de experiencia bajo una capa de ecologismo barato que no te lo cree nadie asi que deben crear hasta estudios partidistas que lo demuestren para nivelar la brújula moral.
La paternidad siempre deberá ser escogida y si no fue tu caso, apaga la tele, el celular, sale al parque y deja que los pequeños corran, porque las cosas destrozadas disminuirán y veras en sus caras una felicidad plena, que al igual que la pequeña Astra tuvieron una aventura por si solos.
Y les ha ido bien.